Guia sencilla para respirar mejor.

Respiración, yoga, meditación

La respiración es una de las funciones primordiales para mantener el equilibrio de nuestro cuerpo y es nuestra principal fuente de nutrición. Podemos dejar de tomar líquidos unos días, sin ningún problema para el organismo. También podemos dejar de comer durante unas semanas, sin que ello suponga ninguna amenaza para el organismo. Sin embargo, si dejamos de respirar por unos minutos el resultado puede ser fatal. Por ello nuestra principal fuente de energía es la respiración.

Cuando ponemos en práctica técnicas de respiración para meditar, hacer yoga o solo para mejorar nuestra capacidad pulmonar nuestra sangre esté más oxigenada, el corazón trabaja a un ritmo menor y con menos esfuerzo, nuestra tensión arterial se regulariza, el oxígeno llega con mayor calidad a cada célula, nuestro estado de ánimo se vuelve más estable y calmado. 

Otro beneficio importante para la salud es el impacto de una buena técnica de respiración para la función cerebral. Se ha descubierto que la respiración profunda y controlada utilizada para facilitar la meditación, produce un crecimiento en las zonas del cerebro asociadas con la atención y el procesamiento de estímulos sensoriales, siendo de gran importancia para contrarrestar los efectos del envejecimiento sobre la materia gris.

Algo que siempre nos han dicho, es que si respiramos profundamente conseguiremos relajarnos, pero no se sabía el porqué. El motivo por el que al respirar profundamente ocurre esto es porque existen un número de neuronas (175 concretamente) que detectan los cambios de ritmo en la respiración y comunican al resto del cerebro (y en consecuencia al resto del cuerpo) que debe relajarse. Si prestas atención a tu respiración, cuando estás en tensión, tu respiración es más superficial y rápida, sin embargo, de forma instintiva, cuando quieres calmarte, empiezas a respirar más profunda y lentamente.

Práctica estos 5 sencillos pasos y mejora poco a poco tu respiración y tu calidad de vida:

  1. Asegúrate de estar sentad@ o acostad@ en un lugar tranquilo.
  2. respira lento, suave y profundamente por la nariz.
  3. Comienza a practicar respirando desde tu estómago, en lugar del pecho. Puedes poner una mano en tu estómago para verificar que lo estás haciendo bien.
  4. Comienza a respirar. Busca permanecer en esa posición por unos minutos. Puedes buscar iniciar con 1 minuto e ir aumentando paulatinamente. No hay límite en el tiempo para practicar. Si te invitamos a que practiques a diario, cada día será más fácil hacerlo y sentirás los beneficios.
  5. Al terminar, abre los ojos despacito e incorpórate a la vida diaria con una nueva actitud.

Practica estos pasos y cuéntanos como te sentistes.

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