Llegó el verano y con él diferentes emociones. ¡Muchas actividades, las vacaciones, la necesidad de estar y practicar actividades al aire libre, los asados, las reuniones familiares y con amigos y todo eso que disfrutamos por tan breve tiempo durante el VERANO!
Mientras nos disponemos a disfrutar al máximo de la época y todo lo que ella nos ofrece no debemos descuidar nuestra salud. Muchas veces por no detenernos y “perder tiempo” tomando agua, llegamos a deshidratarnos poco a poco. La deshidratación no solo es la sed, también uno de sus síntomas es la resequedad de la piel, de los labios, dolores de cabeza, mareos, desmayos, etc.
No únicamente nos deshidratamos cuando estamos afuera, también debemos tomar en cuenta nuestra ingesta de líquidos cuando estamos adentro en tiempo de temperaturas elevadas. Es importante prestar atención especial a los grupos más vulnerables, como son los ancianos, las embarazadas, los niños y las personas que hacen deporte.
El consejo general de Colegios de Farmacéuticos presentó el año pasado una campaña para la concientización sobre la hidratación. Los consejos recogidos son los siguientes:
1. No hace falta tener sed para tomar líquidos, pues aunque la sed es una señal que nos avisa de que ya hay que ingerir líquidos, es mejor adelantarse a ella.
2. Consumir entre 2 y 2,5 litros de líquidos diarios. Estos líquidos pueden ser consumidos a través de los alimentos o de las bebidas, siendo de especial importancia mantener una adecuada hidratación en las comidas.
3. El calor y la sequedad ambiental, así como otras circunstancias especiales, pueden favorecer la deshidratación. En caso de tener síntomas como sed, sequedad de mucosas y de la piel o disminución de la cantidad de orina, se deben consumir bebidas que restablezca el equilibrio hídrico del cuerpo.
4. En caso de practicar alguna actividad física, aunque sea de forma moderada, la hidratación es esencial antes, durante y después de su práctica, ya que el ejercicio produce la eliminación de agua y sales minerales. Está desaconsejado realizar ejercicio en las horas centrales del día durante la época estival.
5. Las dietas pueden variar los requerimientos específicos de agua y, por tanto, las necesidades de hidratación. Sin embargo, es importante mantener un modelo rutinario de ingesta de líquidos durante todo el día, con especial atención en momentos de calor y actividad física.
Recuerde estar atento a cualquier síntoma de deshidratación, el desequilibrio de minerales en el cuerpo es muy peligroso, Cuídese para que disfrute plenamente del verano, mantenga un óptimo nivel de hidratación.
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